PRESENTACIÓN
El Museo supone la culminación de un proyecto común; el deseo de los habitantes del pueblo por mostrar el trabajo de la piedra. Disponer de un espacio expositivo donde dar a conocer el duro trabajo de la piedra como fundamento de la economía y tradición del municipio.
La muestra expositiva propone un dinámico recorrido entre los dos edificios de las escuelas y los tres patios que generan. El patio central destaca con la recreación de una CANTERA con materiales originales, grandes bloques calizos y antigua maquinaria, donde poder observar desde las fases de sedimentación de la caliza a los huellas de las herramientas empleadas en la extracción de la piedra.
En el interior se desarrollan variados aspectos sobre la piedra caliza de Campaspero, desde su formación, a técnicas extractivas, técnicas de taller, labrados, acabados, colocación…, a los útiles y herramientas para trabajarla.
En la entrada del casco urbano de Campaspero se alza un gran hito realizado en piedra caliza de las canteras de esta localidad, un dolmen de 6 metros de altura que no solo recibe a los visitantes, sino a sus propios vecinos. Con su presencia se rememora el esfuerzo y el trabajo que durante años los habitantes de la villa han dedicado a extraer de sus canteras la conocida variedad de roca caliza. Una piedra que ha servido para construir y en muchas ocasiones reconstruir gran parte del patrimonio de la Comunidad. Hoy en día además ha cruzado fronteras, convirtiéndose en una de las calizas de referencia a nivel europeo.
HOMENAJE A LA MEMORIA VIVA. PIEDRA Y VIDA
En Campaspero resulta difícil encontrar a una familia que no haya estado vinculada a la piedra.
En el Páramo del mismo nombre abunda la piedra que durante siglos se trabajó sin control, extrayéndola de forma superficial para los edificios de la comarca.
Campaspero hasta el siglo XVII, había sido uno de los municipios más pequeños del Sexmo de Valcorba. Por causa de la despoblación – caso del sitio de Minguela –, sus habitantes se establecieron en Campaspero. De esta forma y al incrementarse el número de vecinos, se tuvo que edificar una nueva iglesia a la que acudieron a levantar canteros gallegos que enseñaron el oficio a los campasperanos.
Desde entonces los vecinos de Campaspero han trabajado la piedra. Las canteras daban el jornal en el tiempo que no había cosecha. A base de fuerza humana se sacaba la blanca caliza, la pica y el barrón se convertían en prolongación de brazo. Se necesitaban 7 u 8 hombres para llevar los bloques a los carros. Cargados los carros, había que ayudar a los machos a subir los repechos del camino. El trabajo de talla y acabado era tan duro que con la martillina se llegaban a moler las piedras.
Para todos los que la piedra ha sido su forma de ganarse la vida, este MUSEO DE LA PIEDRA es su HOMENAJE.